No voy a destripar Las Cuatro Torres, aunque voy a reproducir unas palabras que aparecen al final de mi libro. En el capítulo final, de agradecimientos, titulado 7 veces 7, explico que dedico la novela, además de a otras personas, «al escritor y maestro Pedro de Miguel —que, entre otras cosas, me enseñó a leer hacia atrás—».
Quienes conozcan o hayan leído a Peter no necesitan más explicaciones. Pero aprovecho este espacio para explicarme mejor. Este agosto se cumplen 7 años de la muerte de Pedro de Miguel. Aunque su blog sigue vivo. Desde 2007 no ha perdido un ápice de interés. Daros un garbeo por Letras enredadas y lo comprobaréis.
Allí encontraréis entradas sobre neuras, sitios literarios, plagios, textrónicos, setas, la pantera de Górliz, Webó… Encontraréis una prosa impecable y diáfana, una mirada irónica y certera.
Y palíndromos.
Hace veinte años Pedro de Miguel escribió estas líneas sobre los palíndromos en la revista Nuestro Tiempo:
«La palindromanía, como una moda más, resulta inofensiva. Los más atrevidos defienden incluso su valor ecológico: jugar con las palabras, en efecto, no contamina, y posee la rara virtud de reciclar inteligencias enmohecidas por tanto aburrimiento ambiental. Porque, yendo más lejos, todo palíndromo no deja de ser una parábola de la propia vida humana: al llegar a la mitad de la vida, todo se puede volver a leer hacia atrás, en una carrera que lleva a que coincidan nacimiento y muerte en un punto personalísimo y lleno de misterio».
Todo se puede volver a leer hacia atrás. Qué bueno era Pedro de Miguel.
Leandro, me uno a ti en mis recuerdos de Piter. Pocas personas hay que marquen tu vida, y creo que esta es una de ellas.
Buen amigo de sus amigos, calmado pero firme, mirada limpia… En fin! desde allá arriba nos esta cuidando y mucho.